Si supieras que...
Todavía me acuesto del mismo lado de la cama, aún cuando la tengo toda para mí.
Ahora que tengo libertad de dejar la TV encendida por las noches hasta poder conciliar el sueño, igual no puedo dormir.
Ya no me importan tus errores, ni lo mucho que dejaste de hacer por mí.
Me arrepiento de haber sido tan fuerte y decidida, pues irónicamente hoy me siento más débil que nunca.
Si pudiera decirte que me aterra pensar que nunca más volveré a sentirme como lo hacia cuando estaba contigo.
Si supieras...
